Todavía prejuicios y dificultades sociales impiden o hacen más trabajoso el acceso de las niñas a la educación, sobre todo a la formación científica, por ser erróneamente considerada más apta para el sexo masculino.
Estereotipos como que las mujeres deben ser maestras u ocupar plazas consideradas femeninas hacen que desde la familia y la sociedad, no se apoye la vocación de las niñas y mujeres por la ciencia.
Dentro de la población femenina en la educación superior a nivel mundial, solo alrededor del 30% elige disciplinas de las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, conocidas como STEM por sus siglas en inglés.
Estos estudios son fundamentales para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de Naciones Unidos, es por ello que la UNESCO considera que las mujeres son la población con mayor talento desaprovechado para convertirse en la nueva generación de profesionales STEM y que se celebre cada 11 de febrero El Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, para promover el acceso y participación plena de este sector de la población en ese campo.
En nuestro país, desde 1959 las mujeres cuentan con políticas de inclusión social y de participación en el desarrollo científico, económico, social y político, que les han permitido estudiar y aspirar por una carrera científica y al postgrado, explicaba la Doctora Lilliam Álvarez Díaz, de la Academia de Ciencias de Cuba en un panel en el que intervinieron exitosas científicas cubanas como parte de las actividades en conmemoración al Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia el pasado año.
“Por otro lado sufrimos discriminaciones “no tan obvias” como valorarnos más débiles o tratarnos de manera paternalista. Muchas veces no nos dan puestos de poder, o a la inversa, para, supuestamente, “protegernos”, continúo la doctora sobre el tema de las mujeres cubanas en la ciencia.
Todavía la inclusión de mujeres en el campo científico, especialmente en las ciencias aplicadas, es minoritario. Aun así se han fomentado iniciativas para lograr una participación igualitaria de las mujeres, desde la propia escuela, ya que el acceso a la educación, entrada a los Institutos Preuniversitarios de Ciencias Exactas (IPVCE) y concursos presentan igualdad de oportunidades para ambos géneros.
Desde la Academia de Ciencia de Cuba, según la Doctora Lilliam Álvarez, también se realiza labores de promoción. “También realizamos actividades de orientación y motivación vocacional con enfoque de género, ponemos en primeros planos las trayectorias de vida de científicas cubanas y extranjeras que han tenido importante aportes a la ciencia. De esta manera, las niñas y muchachas que sueñan con ser mujeres de ciencia tendrán modelos de rol y ejemplos de vida”.