Mujer en la tercera edad y un estudio particular






Existe un estudio publicado por Geroinfo. Publicación de Gerontología y Geriatría con el título ¿Por qué las mujeres viven más tiempo si tienen peor salud?[i] Que en el texto se dan muchas coordenadas que explican esta interrogante desde una perspectiva de género. Lo que resulta muy interesante pues la tercera edad es una etapa de la vida poco abordada en estudios y ´l mismo da nociones de cómo las mujeres se preparan para llegar con el conocimiento básico y sobre lo que puede suceder con sus vidas.

En el libro se plantea que dentro de nuestra sociedad las mujeres presentan una mayor supervivencia que los hombres. Sin embargo llegan a esa etapa de la vida con peor salud que el sexo opuesto, ya que al llegar a los 60 años han estado viviendo bajo los patrones de conducta impuestos por el patriarcado tradicionalmente establecido, lo cual ha condicionado sus actitudes en la vida, que en ocasiones son perjudiciales para su salud.

En este sentido se conoce que factores sociodemográficos y enfermedades que se desarrollan durante la etapa vital de las personas, favorecen o no la manera de continuar viviendo de forma activa e independiente. Según la perdurabilidad de esos factores será el tipo de envejecimiento que ambos sexos tendrán. En el caso de las mujeres casi siempre se hayan en desventajas.
En la publicación se enfatiza que: “los problemas relacionados con la mala salud, la discapacidad y comorbilidad (coexistencia de dos o más enfermedades no transmisibles) son superiores en las mujeres que en los hombres”; debido a esto cuando llegan a la vejez y no pueden realizar a plenitud las labores que han desarrollado dentro del hogar desde siempre, tanto de índole afectivo como doméstico, existe una repercusión negativa en su calidad de vida. Lo cual les baja la autoestima y es evidente cuando expresan frases como: “no sirvo para nada”, “ya no soy la misma de antes”, “ya no te puedo ayudar…”; hasta la valoración desacertada que los demás harán de ellas llegando inclusive a ejercer el maltrato y la violencia.

Explicaciones fisiológicas como una mayor prevalencia de enfermedades musculoesqueléticas, así como los efectos en procesos no reproductivos que tienen los esteroides ováricos, se hacen sentir. Lo que se advierte en la función cognitiva, susceptibilidad a las convulsiones, sensibilidad al dolor,  actividad motora y en procesos patológicos como las enfermedades de Alzheimer y de Parkinson.
No debe perderse de vista que en ocasiones la responsabilidad de las labores domésticas en estas mujeres no se limita sólo por problemas de salud, sino que puede ser por la presencia de personas jóvenes que asuman el desempeño principal de esos roles e inclusive puede suceder todo lo contrario y es cuando, igual de perjudicial, se sobrecarga el trabajo dentro del hogar para ellas.

Otro factor importante son los niveles educacionales, ya que la mujer en particular fue más marginada y limitada en este aspecto lo cual incide en la autovaloración que realiza de su salud.

La convivencia solitaria es otro factor desfavorable en la autopercepción de la salud, pues ha estado condicionada a la necesidad de tener pareja para sentirse plena. Sin embargo, el factor económico no repercute en su calidad de vida, pues su condición de ser el sexo pasivo según las bases del sistema patriarcal, no las convierte en el principal sostén económico del hogar.

El estudio concluye alegando que a pesar de que las mujeres tienen peores estados de salud, pues presentan más discapacidades y enfermedades no trasmisibles que los hombres, viven más. Esta situación las expone a una vida en desventaja en sus últimos años, pues al sumarse los factores sociodemográficos viven más pero su salud física y mental se deteriora en mayor grado. 
 

[i] Texto realizado por: Jesús Menéndez Jiménez. Especialista II Grado Gerontología y Geriatría; Josefa González Pico. Especialista I Grado Psiquiatría;
Adyalis Guevara González, Especialista Bioestadística Médica.

 http://www.mujeres.co.cu/art.php?MTA5NDY=