La reina del guaguancó



La reina del guaguancó


¡Mírala en el escenario¡ Ahí está recreando la sabrosura de un guaguancó. Bailándolo con los ojos, el cuerpo, sintiéndolo en esa voz potente que la convirtió en una de nuestras  artistas más populares. Celeste Mendoza legó el tesoro de su arte a la música cubana.
Por la década del 80  cuando la entrevisté, Celeste, me dijo con orgullo: Soy de la mismísima calle Maceo; nací en Santiago de Cuba, donde la tierra tiembla, pero la gente no. Desde chiquita fui peor que un terremoto; por eso,  mi mamá  no paraba de regañarme: “Celestica, ¿por qué…? Yo muy modosita, bajaba la mirada, pero al otro día volvía con las mismas; cada vez que pasaba la conga me iba arrollando sin parar tras ella.
El barrio de Los Hoyos, donde exactamente ella nació el 6 de abril de 1930, brilló por sus comparsas que rivalizaban con las del Tivolí y la Plaza de Marte tanto por sus cantos como por las llamativas  coreografías.
A los trece años todo cambió para Celeste  cuando la familia se estableció en La Habana. Formó pareja  de baile con su primo Jorge Beltrán y se presentó en un cabaret de la playa de Marianao y lo que aprendió le sirvió luego para integrar la compañía  del Teatro Martí.
En 1943  se incorporó como bailarina a  Tropicana. El maestro Rodney le dio la oportunidad de imitar a grandes  estrellas internacionales como Josephine Baker, La Platanito, y a Carmen Miranda.
En 1951 formó un aplaudido cuarteto con su hermana Isaura Mendoza, Omara Portuondo y  Gladis León, dirigido por Facundo Rivero. Al siguiente año se inicia como solista  con el acompañamiento de la orquesta de Ernesto Duarte en el programa radial Alegrías  Hatuey.
Debutó en televisión  en Esta noche en CMQ y al día siguiente todos preguntaban quién era esa joven que de manera tan personal había interpretado  Que me castigue Dios, de José Alfredo Jiménez, en tiempo de guaguancó.
Su vida estuvo muy ligada a la del Benny More, a quien consideraba su hermano, juntos  actuaron en memorables ocasiones contratados por el cabaret Sierra o en el Alí Bar.
La insuperable intérprete hizo giras  por Panamá, Venezuela, Estados Unidos, México, España, Puerto Rico, Estados Unidos. Unión Soviética… De mucho éxito  fue su viaje con el Music Hall a Europa en 1965, donde actuó en el Olympia de París. Las ovaciones la hicieron llorar varias veces.
Exitoso fue también el viaje a Japón con el espectáculo Noche Tropical en el que figuraban Carlos Embale  y Tata Güines, entre otros.
Filmó varios documentales para el ICAIC y las películas Tin Tan en La Habana y Nosotros, la música,  Grabó discos con  números clásicos de su repertorio  como aquellas rancheras guaguancoseadas al estilo de Que me castigue Dios. Hizo creaciones de Besos brujos, Suavecito, Soy tan feliz, Muere la luz, Quiero hablar contigo, Papá Oggún, Sobre una tumba una rumba…Su discografía incluye Sabor, Rumba de Cuba, La Guapachosa, La Reina del Guaguancó,  La Soberana, Celeste Mendoza. Uno de sus últimos  CVD lo grabó con el grupo Sierra Maestra y fue delirio en Japón. En 1998, en la Feria Internacional Cubadisco fue galardonada  junto a Los Papines por el disco El reino de la rumba.